Cuantas veces nos quejamos de falta de oportunidades de trabajo, y sin embargo, están ahí esperando a que les dirijamos nuestra atención.
La atención es una de las habilidades más determinantes de un alto nivel de desempeño, según revela Daniel Goleman en su último libro FOCUS.
¿Qué hace que unas personas consigan antes sus objetivos? ¿Qué hace que algunas personas tengan más éxito que otras? No es nada misterioso, son personas capaces de detectar más oportunidades en el entorno, y de concentrar sus esfuerzos en aprovecharlas. Y todo ello comienza por estar atento a todo lo que pasa a nuestro alrededor, por ser capaces de ver el bosque y los árboles, por ser capaces de apreciar los pequeños detalles, por tener una actitud de apertura al descubrimiento, a lo desconocido, por cultivar la curiosidad.
Cada momento, cada lugar es una fuente de recursos y oportunidades, solo hace falta abrir nuestros cinco sentidos y dejar entrar toda la información que nos ofrece el entorno. Cada situación es una fuente de aprendizaje, solo hay que saber mirar y estar abierto a percibir. Luego, ya vendrá la reflexión, el análisis y la evaluación, pero primero hay que dejar entrar.
Hace unos días, durante una improvisada excursión en compañía de amigos y familia, ocurrió una anecdota que ilustra muy bien la importancia de la apertura a la experiencia y la practica de la atencion abierta. Era una soleada mañana de domingo y decidimos hacer una ruta por uno de los pueblos cercanos a Llanes, y nos adentramos por caminos entre prados, rios y bosques. Nos acompañaban mi sobrino de 4 años y la hija de unos amigos de 6 años. Entre risas, charlas y caminata, yo iba recogiendo una nuez, una avellana, una castaña y otros frutos que me iban llamando la atención por el camino, y se las enseñaba a mi sobrino y su amiga. Mirad una nuez! Mirad una castaña! Mirad que hoja roja tan bonita! Este es el resultado de mi particular excursión:
Mi sobrino, después del tercer hallazgo me pregunta ¿madrina porque tu encuentras tantas cosas y los demás no? Y yo le digo, porque estoy atenta, porque voy mirando todo, me fijo en las pequeñas cosas, busco cosas que me sorprendan, que me llamen la atencion, que me puedan servir, de las que pueda aprender. Se pueden encontrar muchas cosas y aprender mucho si estas atento a lo que te rodea. Debi convencerles porque al final de la excursión logramos recojer hojas de distintos colores, nueces, higos, castañas, bellotas, avellanas, manzanas, peras, y alguna que otra curiosidad.
Terminado el paseo, y en la tranquilidad del sofá, la reflexión que me viene a la mente me lleva a hacerme varias preguntas:¿Qué nos impide estar abiertos a la experiencia? ¿Qué nos impide descubrir cosas nuevas, oportunidades? ¿Qué nos impide aprender? Y sobre todo lo más importante, ¿Qué nos impide disfrutar plenamente y conscientemente de momentos únicos y especiales como un paseo por la naturaleza? ¿Qué nos impide estar presentes en el aquí y ahora?
La respuesta es el ruido. El ruido interno provocado por nuestro diálogo interior, que nos distrae de lo que estamos haciendo, nos hace perder la concentración, nos consume el tiempo y la energía. Y el ruido externo provocado por el anuncio de un mensaje en el móvil, la llegada de un email, la televisión, y cualquier estímulo externo que nos aleja de nuestro foco, de nuestro objetivo, de nuestro camino. Y al final del día surge la eterna pesadilla: no se en que se me va el tiempo, no he parado y no he hecho nada, todo lo que tengo que hacer para mañana, estoy agotada no me queda energía…
Saber detectar oportunidades es clave para el desarrollo de nuestra carrera profesional, lo mismo que saber concentrarnos en nuestros objetivos. Ambas destrezas requieren atención.
– Atención selectiva o concentración: capacidad de dirigir la atención hacia un solo objetivo o tarea, ignorando todo lo demás, aislando el ruido interno y externo, siendo inmunes al resto de estímulos que quieren captar nuestra atención y dirigirla hacia otro sitio que nos aleja de nuestro objetivo. Este es el tipo de atención que nos sirve para tomar decisiones, resolver problemas, cumplir tareas y lograr objetivos.
– Atención abierta o mente errante: capacidad de imaginar, de anticipar escenarios, de idear, capacidad de introspección, de asociar y combinar, de captar el lenguaje no verbal. Es el tipo de atención que nos permite registrar toda la información que nos proporciona el entorno y la que proviene de nuestro mundo interior. Es la que nos ayuda a descubrir pistas sutiles, mensajes ocultos, oportunidades. Es la que nos sirve para ser creativos e intuitivos.
La clave para el desarrollo de nuestra carrera profesional está en saber dirigir nuestra atención, en saber cuando debo estar en modo selectivo o en modo abierto, y en saber cuando redirigir nuestra atención de un estado abierto a concentrado, y viceversa. Y esto sólo se logra trabajando nuestro nivel de consciencia, de autoconocimiento, autocontrol y autorregulación. Todas ellas competencias básicas de la inteligencia emocional intrapersonal.
«El modo en que desplegamos nuestra atención determina lo que vemos». «Tu enfoque determina tu realidad». Goleman.
La atención se fortalece a medida que se ejercita, así que activa tu foco y comienza a entrenar tu atención. Aquí te dejo algunas ideas, trucos, técnicas y consejos para empezar. Si esto no es suficiente, quizás ha llegado el momento de hacer coaching para poner a punto tu capacidad de atención.
Me ha encantado. Me identifico cada vez más con tu visión de las cosas, me encanta esta nueva faceta tuya de escritora.Todo es claro y familiar pero hay sorpresas en cada texto, cada post empieza prometiendo algo que puede resultar conocido pero en todos hay sorpresa y todos te dicen algo en lo que seguramente antes no habías reparado . Aprendiendo de ti.
Por cierto, no hace falta que me contestes, déjame ahorrarte el trabajo que estamos de puente 😉
Muchas gracias, esto da mucho ánimo par seguir en el mismo camino. Disfruto mucho escribiendo.