Dice Daniel H. Pink que estamos en una nueva era, el la llama la «era conceptual», a mi me gusta más pensar que estamos en la era artística. La era en la que nuestro hemisferio derecho se reivindica y pone en juego todo su valor. Nuestra ala derecha del cerebro es ese lugar donde residen la creatividad, la intuición, la emoción y la imaginación. Ese espacio que nos conecta con nuestro mundo interno, con nuestros sentimientos, y con lo artístico. Es la parte de nuestra mente que se interesa por los aromas, los colores, la música, el sabor, la pintura, la poesía, la danza y el arte en general. Es el lado que nos conecta a la vida.

En esta nueva era lo estético tiene un valor en sí, porque la belleza despierta nuestras mejores posibilidades, y no puede ser desplazada por la utilidad y la funcionalidad. Las historias sustituyen a los argumentos porque nos unen, porque permanecen, porque nos sostienen. Los argumentos pueden convencer pero no remueven, no conmueven, no conectan, y ahora más que nunca, las personas buscan conectarse con ellas mismas y con el mundo de una forma profunda y no superficial. La acumulación de contactos y conocidos ha pasado a la historia, el futuro se construye sobre relaciones. Relaciones basadas en la sintonía y la empatía que son la música que hace bailar a las personas. La clave no está en conocer, en estar, en crear marca personal, la clave está en dejar huella relacional.

El arte mueve emociones, y las emociones mueven nuestras acciones. Y si hay una disciplina artística por excelencia que mueve más que ninguna otra, esa el baile. Bailar pone en movimiento nuestro cuerpo, cuando nuestro cuerpo se mueve, se empiezan a mover emociones escondidas en esos lugares que sentimos bloqueados, contracturados, con síntomas de dolor, atrofiados, enfermos, opacos y sin luz, sin energía. Bailar es un lenguaje de comunicación que expresa el ser verdadero, auténtico y esencial que llevas dentro. Cuando bailas fluyes con lo que te rodea, porque te quieres unir al mundo con la mejor expresión de ti mismo. Es un lenguaje que crea emociones, ilusiones, que eleva, que transporta, que nos hace imaginar y soñar.

La danza es el lenguaje escondido del alma

La danza es el lenguaje escondido del alma

Si alguna vez has sentido que hay un artista dentro de ti, que baila, que canta, que da color a la vida, que crea música, que retrata lo que no se ve, que construye historias, estás en tu momento. Los nuevos tiempos que llegan son tiempos de artistas, tiempos de personas sensibles y abiertas a todo lo que les rodea, que quieren dar y recibir, que quieren crear belleza para regalar.

Richard Florida nos dice en su libro «Clase Creativa» que estamos ante la aparición de una nueva clase social que transformará la cultura del trabajo y el ocio en el siglo XXI: la clase creativa, formada por personas de muy diversos ámbitos cuyo punto en común es que se dedican a crear nuevas ideas, productos, tendencias, servicios, contenidos y soluciones valiéndose de su criterio individual, de lo que les diferencia, de su creatividad, de su mirada única, de su originalidad, de su esencia artística.

Se puede ser artista en cualquier profesión, trabajo, ocupación y actividad, sólo hace falta poner arte en todo lo que realizas. El arte es creación, es volver a nacer en cada cosa que haces, es pasión, es emoción, es comunicar al mundo todo lo que eres en todo lo que haces. Si en tu caminar diario logras evocar sentimientos agradables, sanos y fortalecedores en las personas que te encuentras y contemplas tus obras, eres un artista.

Todos llevamos un artista dentro, solo hace falta despertarlo, no esperes a que nadie venga a levantar a tu artista del dulce sueño de morfeo, no sueñes con ser artista, hazlo realidad. Ha llegado el momento de comenzar a bailar. Busca tus momentos y tus espacios para reencontrarte con tu artista, vívelos intensamente y disfrutalos, y deja que se asomen con cálidos susurros los torrentes de creatividad que has estado conteniendo durante tanto tiempo.

Si te sientes bloqueado, con miedos, sin saber por donde empezar, sin energías y fuerzas, comienza por rehabilitar a tu artista interior, dale mimos. Haz el camino del artista para reencontrarte con tu creatividad. Como coach puedo acompañarte en este viaje, yo misma lo hice y he ayudado a otros a hacerlo y los resultados son apasionantes.

Este blog nació cuando desperté a mi artista interior, y recupere la visión de aquellos años de infancia y adolescencia en la que escribía y dibujaba tebeos, guiones de obras de teatro, que luego dirigía y e interpretaba con un grupo de amigas y amigos del colegio, en la que ideaba musicales que luego representábamos en los festivales del colegio, y en la que llegue a bailar 3 horas diarias de clases de ballet clásico 5 días a la semana. Yo también pase por un proceso de rehabilitación artística e hice mi camino del artista, y fue una aventura muy enriquecedora y sorprendente.

¿Te animas a despertar a tu artista interior?