«La supervivencia organizacional es algo personal, es cuestión de personas»
Comenzamos nuevo año y es época de cambios. He estado leyendo estas semanas diversos artículos sobre los cambios en el Management, en la función de RRHH, en el empleo, en las organizaciones, y todo ello me ha llevado a reflexionar sobre lo que podemos aportar desde el área de desarrollo de personas para ayudar a afrontar los retos que nos depara el 2016. Aquí os dejo algunas reflexiones e ideas:
1.- Manejar con éxito cantidades ingentes de información. Señala Xavier Marcet en Sintetia, que las organizaciones sufrirán un alud exponencial de información y tendrán que aprender a manejar grandes volúmenes de datos sin caer en la parálisis por análisis. Sin duda las nuevas tecnologías serán un gran aliado para ello, pero tendremos que complementarlo con la habilidad de crear sentido de los directivos. Habilidad que les permitirá construir una infraestructura de conocimientos a su medida en la que sólo tendrá cabida la información relevante para la toma de decisiones, evitando así la sobrecarga informativa y las decisiones tomadas a destiempo por exceso de datos.
Crear sentido es relacionar y conectar en un instante múltiples datos, hechos, sensaciones, emociones, vivencias e informaciones, y otorgarles su lugar preciso en el camino hacia los objetivos marcados, aislando todo lo demás. Desde el Coaching trabajamos la habilidad para crear sentido.
2.- La innovación no sólo será una cuestión de diferenciación sino de supervivencia. La presión del cambio constante y la rapidez con la que aparecen y desaparecen los cambios obligara a las empresas a innovar de forma continúa. La innovación que permitirá la supervivencia no será fruto de la improvisación o la tendencia de moda, hablamos de una innovación que nace del corazón de la empresa, de su núcleo de fortalezas, asentada en su propósito y su estrategia. Para ello será necesario impulsar la creatividad de las personas que conforman las organizaciones creando entornos más abiertos, amigables, saludables y felices donde pueda aflorar todo el potencial creativo.
3.- El liderazgo será fluido. Los líderes necesitarán adoptar distintos roles, modelos y estilos de liderazgo para adaptarse a los cambios, a los distintos perfiles generacionales, y a los diferentes entornos y culturas. El liderazgo deberá ser consciente, multiplicador del talento, creativo, sistemico, alquimista, resonante y energético. El desarrollo del liderazgo fluido requerirá competencias de coaching y Mentoring, y en especial de la inteligencia conversacional.
4.- La vida de las organizaciones será una vida en comunidad. Las empresas necesitarán abrirse al entorno, conectar el talento interno y el talento externo, para nutrirse de un talento más rico, diverso, en constante flujo, retroalimentación y actualización. Estamos en la era del talento conectado y la inteligencia colectiva, y ello requiere nuevas estructuras de organización y trabajo basadas en las relaciones, los intercambios y el aprendizaje social en comunidad.
5.- Las organizaciones deberán aprender a trabajar dentro de un nuevo paradigma que pone a las personas en el centro de todo (Human Centric Paradigm). Esto ya fue anticipado en el 2014 en el Global Drucker Forum de Viena, donde destacados pensadores del Management como Gary Hamel, señalaban la necesidad de centrar la estrategia empresarial en las personas y no en los procesos y estructuras, pues solo así las organizaciones tendrán capacidad de cambiar tan rápido como se producen los cambios.
Poner a la persona (cliente, proveedor, trabajador, etc) en el centro de todo requiere un profundo ejercicio de inmersión empática. Todo será diseñado, pensado, probado, evaluado, modificado desde el punto de vista de la persona destinataria. Esto va a requerir metodologías de trabajo que faciliten saber qué quieren, cómo son, qué buscan, qué necesitan, cómo viven las personas en sus diferentes entornos y roles. Metodologías como el Design Thinking Coaching, que publicaba en este mismo blog apenas hace unos días.
6.- Las carreras profesionales serán liquidas. Esto significa, como señala Alicia Pomares en una entrevista publicada en Sintetia, que «A corto/medio plazo muchos de nosotros vamos a ocupar puestos de trabajo que hoy todavía no existen. Esto implica que ya no solo nos reciclemos continuamente sino que nos reinventemos.»
Además muchos cambiarán de trabajos con cierta frecuencia, se simultanearan varios trabajos a la vez, crecerá el número de freelance y el trabajo sin puesto físico fijo. Todo esto no sólo va a requerir que sepamos reinventarnos profesionalmente muchas veces en nuestra vida, sino también saber gestionar el cambio, la incertidumbre, la diversidad de roles, sin que se vea socavada nuestra identidad, autoestima y confianza. El Coaching y el Mentoring para la orientación y desarrollo de carrera será un servicio tan habitual para las personas como lo ha sido la formación en estos últimos años.
Las empresas también tendrán que aprender a gestionar el talento de otra formas, sobre todo por la proliferación de los knowmads, personas que gustan de la libertad, la diversidad, el cambio, la autonomía y la independencia. Las políticas de retención del talento que conocemos no funcionaran con este perfil de trabajadores.
7.- En un entorno VUCA(volátil, ubicuo, complejo y ambiguo) la agilidad es un valor en alza. Una de las herramientas que más agilidad van a proporcionar en el área de gestión del talento es el ADN Emocional.
El ADNe determina el modelo de comportamiento de cada persona y con ella, según su creador Elías Azulay, se puede detectar qué tipo de personas está trabajando con nosotros, cómo se integrará en un determinado equipo, si tienen el perfil más adecuado para una determinada empresa, si está equilibrado o si es el adecuado para el tipo de negocio en el que opera la empresa o el servicio que presta. ¿Te imaginas descubrir que tu empresa, que se dedica a prestar asistencia a personas enfermas, está compuesta mayoritariamente por personas con una alta tendencia a la rebeldía y una baja tendencia de servicio a los demás? ¿Te imaginas seleccionar desde el principio a las personas con el comportamiento idóneo para el puesto de trabajo y la organización?
Conocer el Código Emocional o ADNe nos facilitara realizar es clave para selecciones de personal más efectivas y conseguir el mejor encaje de persona-puesto de trabajo en el menor tiempo posible. Lo mismo ocurrirá con la formación de equipos de trabajo.
El Código Emocional o ADNe está revolucionando el mundo de la empresa ya que actualmente somos capaces de definir adecuadamente el ADN Corporativo (ADNcr) de nuestra organización, y con ello podemos buscar y seleccionar a aquellas personas con los perfiles más apropiados para el funcionamiento de la misma. Esto supone el encontrar a la persona ideal para cada puesto de trabajo y para la organización.
¿Esta preparada tu organización para afrontar el 2016? Desde Alquimiacoach te acompañamos con metodologías innovadoras que te permitirán aprovechar al máximo el potencial de tu empresa y alcanzar todos sus objetivos.