Soy una enamorada de la Teoría de Sistemas de Bertalanffy, y del enfoque sistémico. Es el enfoque con el que trabajo, no sólo con organizaciones sino también con personas. Muchos son los que hablan de Inteligencia Emocional, pero pocos los que han dado el salto de lo individual a lo colectivo.
La Sistemología Emocional es la disciplina, que está luchando por convertirse en ser científica, dedicada al estudio de las emociones de un sistema (equipo, organización, familia..), para poner de relieve la influencia emocional que los sistemas tienen sobre las personas, y la que éstas tienen sobre los sistemas, y a partir de ahí, trabajar por gestionar esa emocionalidad para lograr sistemas más saludables, sostenibles y expansivos, para las personas y la sociedad en su conjunto.
Se trata de una disciplina multidisciplinar, se nutre de la psicología, sociología, antropología, filosofía, física, biología, neurociencia, y otras muchas ciencias. Vamos, una de esas disciplinas que a mi tanto me gustan porque te permiten vivir en la intersección, que es donde a mi me gusta vivir, y practicar una actitud nómade, que es la que a mi me gusta tener para poder nadar y transitar por diferentes mundos y conocer distintos enfoques.
Con ocasión de la organización de «Imagina Aviles, con todo tu talento», uno de los participantes me dijo que yo era una «arquitecta de espacios para hacer brotar el talento», y eso me quedo grabado, y me ha hecho reflexionar mucho sobre las experiencia vividas con los proyectos que he ido organizando a lo largo de mi vida. Y esa arquitectura de espacios, que permitan crear una emocionalidad colectiva que haga propicio el despertar del talento, la generación de sinergias, la conexión y la fluidez, me parece que tiene mucho que ver con la Sistemología Emocional.
Hace apenas unos días lo he vuelto a vivir con la organización de TEDxAvilesWomen. He tenido la suerte de poder contribuir a la construcción de un espacio en el que fluyo el talento por todas partes, y ello solo es posible cuando eres capaz de crear, nutrir y sostener un sistema de emociones positivas en el que reinen la confianza, el respecto, el optimismo, la alegría, el amor, la sorpresa, el juego, la gratitud, la generosidad y muchas otras.
Los equipos también sienten, lloran, se ríen, se divierten, pasan por momentos de euforia, de bajón, de serenidad, se enorgullecen, tienen miedo, se desorientan. Saber captar la emocionalidad del equipo, sostenerla, permitir al equipo transitar por ella de forma constructiva, incluso permitirle los momentos de catarsis, sin que no sólo no se resienta sino que salga reforzado, son parte de las habilidades de una gestión emocional colectiva. Es sistemología emocional en acción.
A veces nos complicamos la vida con teorías, metodologías y herramientas para el desarrollo del talento, cuando el talento solo pide para desplegarse, algo que ya hace mucho tiempo nos enseñó Abraham Maslow:
- Seguridad y Confianza
- Afecto, sentido de pertenencia
- Aprecio, reconocimiento, respeto
- Dejar fluir la espontaneidad, la creatividad.
Si somos capaces de crear espacios donde las personas puedan disfrutar de estos cuatro pilares, generamos además un estado de emocionalidad positiva, y proveemos de oportunidades, el talento sale por sí solo, y lo único que nos queda por hacer es simplemente acompañarle y dejarlo fluir. Esto a mi me lo ha enseñado la práctica del mentoring durante estos últimos 12 años.
Hoy, después de la experiencia tan intensa vivida en estos últimos meses, quisiera compartir con vosotros algunos de los aprendizajes que he extraído de mi experiencia dentro del equipo de TEDxAvilesWomen, sobre la sistemología emocional, las emociones colectivas y la alquimia del talento.
1.- Liderazgo múltiple, basado en roles: Cada persona o subgrupo del equipo tiene un rol basado en sus talentos y sus contribuciones al equipo, ejerce el liderazgo en su ámbito de responsabilidad y en cada fase del proyecto que es más necesario para el equipo.
2.- El/la guardian/a del rumbo. El liderazgo multiple es compatible con la existencia de una persona encargada de velar por la visión, misión, mantener el rumbo y no perder el norte. Es un rol más dentro del liderazgo múltiple, que interviene cuando es necesaria la contribución de su rol.
3.- Comunicación abierta, con espacio para la disidencia, la confrontación, la diversidad de opiniones, con transparencia, respeto, sinceridad y asertividad.
4-.- Responsabilidad individual y colectiva sobre las emociones, las visiones, las acciones y los resultados.
5.- Expresión del ser en toda su extensión, apuesta por la espontaneidad y la autenticidad: llorar, reír, desvariar, cabrearse, sentir, ser cercano y ser distante, que cada uno viva su emocionalidad a su manera, siendo todos conscientes de las diferencias individuales y de lo que eso enriquece al equipo, y sabiendo construir en positivo.
6.- Fomentar una actitud constructiva ante las diferencias, las dificultades, los contratiempos y cualquier tipo de retos que se presenten. Centrándonos en lo que suma y multiplica, y no en lo que resta y divide.
7.- Tener presente en todo momento el propósito que da sentido a todo, la visión que nos une y nos engrandece, la aportación y contribución que estamos regalando al mundo.
8.- Crear momentos y espacios para que todo el mundo pueda disfrutar, sentirse a gusto, relajado, confiado, parte de, y que pueda expresar su talento en acción, pueda hacer, decidir, contribuir. Saber mantener un clima de emocionalidad positiva: optimismo, alegría, gratitud, generosidad, sorpresa, serenidad, amor, orgullo. La felicidad se contagia.
9.- Lograr el equilibro entre lo individual y lo colectivo. Que las personas puedan disfrutar de su autonomía y realización personal, a la vez que sienten orgullo de pertenencia al equipo y se esfuerzan para mantenerlo cohesionado. Facilitar que todo el mundo pueda ser quien es, y haga lo mejor que sabe hacer.
10.-Disfrutar del camino y del logro, de cada paso, de cada experiencia, de cada vivencia y compartir ese disfrute. Celebrar lo logrado y aprender de cómo se ha conseguido.
Quiero dejaros un ejemplo de lo que es un trabajo en equipo basado en estas premisas, un video que refleja simbólicamente lo que ocurrió en TEDxAvilesWomen. Como comentaron algunos de nuestras ponentes en Twiter «total sintonía entre equipo organizador, voluntarios, ponentes y asistentes para hacernos vivir momentos mágicos» (Rosa Allegue), y «una espectacular demostración colectiva» (Luis Cacho). Cada uno de los que formamos el equipo de más de 50 personas que hicieron posible TEDxAvilesWomen, supimos tocar la tecla adecuada en cada momento para ofrecer una melodía emocionante.
Me siento tremendamente agradecida y afortunada de haber sido parte de este proyecto, de haber aprendido tanto, de haber disfrutado tanto, y de haber sentido ser parte de algo muy grande que hemos sabido transmitir y contagiar a muchas personas.